domingo, 8 de abril de 2012

La Ciudad Prohibida

Durante bastante tiempo tuve este libro en mi pieza y en un rincón sin tomarlo en cuenta... me lo pasó una prima que le encanta la literatura romántica, el cuál no me atráe tanto la verdad

Partí con lenta lectura, pausada, dejandome llevar por la sufrida historias de aquellas Manchúes que querían ser emperatrices de China... Sacrificios y sufrimientos que no se si hubiera podido vivir, pero también hay que entender que son otras épocas, otras sociedades y otras formaciones.... años en los cuales nuestra cultura estaba en pañales, mientras ellos ya tenían construido un tremendo imperio, gobernado por emperadores que debían demostrar su hombría, no sólo con la cantidad de tierras que podían dominar y gobernar, sino que también con las cantidad de concubinas e hijos que pudieran tener.

La mitad del libro coincidió con un viaje que tuve hacia el Sur con una amiga, quien me pidió que lo leyera en voz alta... debo reconocer que esto nunca me lo habían pedido, fuera de la típica profe que en el colegio te pedía leer en voz alta para ganar puntos para una prueba, y de cierta forma me sorprendio´...Así que me lancé a la lectura en "comunidad" para que ella pudiera escuchar la historia de este libro. Lógicamente tuve que hacer un resumen, para que entendiera el contexto de éste, pero fue fácil, ya me había enganchado en la historia...

Fueron creo yo 2 horas de lectura en el tren, en un día de sol radiante y avanzando a un esperado fin de semana que relataré seguramente en otra oportunidad. Lo difícil fue detenernos cuando llegábamos a nuestro destino. A tal punto fue nuestra distracción que al subirnos a nuestro bus de combinación al destino final, nos dimos cuenta que había dejado mi Ipad en el tren y que por lo menos logré recuperar inmediatamente. Luego de ese pequeño chasco, continuamos con la lectura comunitaria que duró unos 45 minutos mas.

Tuvimos una pausa de 2 días y apenas nos subimos al bus de regreso, retomamos la lectura y debo decir que fue muy extendida, sentía que se me secaba la boca y se me enredaba la lengua, mas que mal, había leído 5 horas continuas en voz alta en nuestro regreso...

No queda mas que recomendar este libro, de lectura fácil y que describe no sólo como era la cultura imperial en esos días, si no que logra transmitir el sentir de los personajes que uno hace suyos.




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