Piedrita, Roquita, Criptonita y La Dueña del Circo, son 4 féminas que les gusta juntarse a arreglar el mundo y a carretear…
Dicen las malas lenguas que La Dueña del Circo y Piedrita se conocieron porque trabajaban juntas en el mismo lugar… una era la cliente y la otra era la servidora, aunque a veces el servicio dejaba bastante que desear… Era en esos momentos donde mandaban a Piedrita a poner la cara para que La Dueña del Circo nos ayudara a arreglar la cagá… pero la verdad dicen que la clienta era tan buena onda, que los servidores corrían solos ante sus solicitudes cuando ella tenía una necesidad.
Como es habitual en alguien que es Dueña de un Circo, es empática y cae bien a la gente con facilidad. Piedrita aún recuerda la primera vez que la vio en persona, que después de haber hablado por teléfono varias veces se la presentaron en la fila del casino al ir almorzar.
La Dueña del Circo es de frasco pequeño, como el veneno, pero de corazón grande y mata al pasar... en cambio Piedrita es de tamaño medio y rulos chascones, de agradables gestos según dicen algunos animalitos que la conocen de antes ya.
Una vez La Dueña del Circo dejó botada a Piedrita, después de ofrecerle llevarla a casa en su auto al regresar, ya que tenían una idea de que vivían cerca, porque una vez se encontraron en la micro al madrugar… pero como Piedrita es relajada, no se estresó porque justo ese día tenía ene que trabajar… ante esto La Dueña del Circo la segunda vez que le ofreció llevarla a su casa, se amarro un hilito rojo para que no se le vuelva a olvidar, y fue así como con esa misma tarde de calor veraniego en Santiago, sellaron con una cerveza su amistad.
Roquita es robusta y hoy se jacta de como su pelo brilla al caminar, durante 6 meses estuvo viviendo en la casa de La Dueña del Circo porque coincidentemente es su familiar. Así durante ese periodo las primas y Piedrita se juntaban a Wiiiiibear, variaban las juntas comiendo sushi o prietas y tomando vino o un par de muchas veces a michelear. También salían de andanzas a la feria donde tenían a sus caseros con quienes compartían como dos horas cuando iban a comprar, comían mandarinas, tunas y mangos en vez de desayunar.
Al tiempo apareció Criptonita, una Santiaguina alta y de piernas largas para caminar, que era conocida de Piedrita, por unos enredos de amistades paralelos que no vale hoy la pena contar… Piedrita se dio cuenta que la niña era bien dócil y la invitó a carretear… lo pasaron tan bien... que de repente se le ocurrió una genialidad…
“¿Qué pasaría si se juntara a Roquita, Criptonica y la Dueña del Circo?.... total no creo que quede la cagá” y fue así que en un día de andanzas donde Piedrita andaba con la maldad, invito a sus tres amigas a hacer un aquelarre para ir a bailar.
Esa noche las 4 se dieron cuenta de que podían ser cómplices y salir más de una vez a carretear, así que pactaron programar salidas para relajar la vena y si se puede sandunguear.
Esta historia termina ahora, sin olvidar dejarlos invitados más adelante a leer más, porque estas 4 chicas que coincidentemente viven hoy en Santiago creo que no pararán de inventar excusas para juntarse y así poder entretener sus vidas y la de los demás…
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